Investigaciones recientes han demostrado que el poder molecular aromático tiene un importante efecto de apoyo a la medicina alopática, especialmente en enfermedades del sistema nervioso, como fibromialgias y parkinson. Nuevos aceites esenciales están abriendo cada día más el espectro de ayuda para las dolencias de esta civilización, por su acción antirradicales libres, antiestrés, entre otras.

También tienen un efecto en el campo sutíl, donde su influencia se manifiesta en el aspecto energético, en el áura. Desde ese campo influyen en las energías de los espacios, donde está contemplada la bioenergética, la cadena de puntos energéticos de los chakras e influencias invisibles y vibracionales, lo que he denominado “aromaterapia sutil” o “alquimia aromática.”

Actúan también desde la perspectiva psicológica, su amplia gama de influencias sanadoras mentales y emocionales. Allí nos detendremos en el importante campo que ha vuelto a renacer como la “antropología sanadora” de las plantas aromáticas, basada en la sabiduría de los pueblos primitivos, donde se están recobrando memorias de sanación a través de las plantas utilizadas milenariamente, pero ahora comprobadas científicamente. Es posible demostrar cómo una molécula del alma de una planta puede llegar a ayudar en el rescate de traumas que han quedado dando vueltas en nuestras vidas.

Sylvia María Galleguitos
Chile
Congreso Internacional de Aromaterapia 2017