Soy Teresita del Rosario García Castillo, tengo 49 años y desde el año 2000 soy diabética. Actualmente soy insulino-dependiente.
El 30 de marzo de 2011 me tuvieron que operar de emergencia por una peritonitis y 15 días después me volvieron a operar de nuevo de emergencia ya que a pesar de los cuidados médicos intensivos y de los antibióticos que me estaban administrando después de la primero operación, no se eliminó al 100% la infección que me provocó la peritonitis. El motivo de esta situación fue porque los niveles de azúcar que tenía estaban tan altos (oscilando entre 300-400) que no se podía controlar la infección y debido a la infección tampoco bajaban los niveles de azúcar, un círculo vicioso muy difícil de controlar. A Dios gracias después de muchos cuidados y más antibióticos de última generación, finalmente pudieron controlarme los niveles de azúcar administrándome una combinación de insulina intermedia y rápida.

Cuando regrese a mi casa del hospital, me empecé a inyectar 45 UI en la mañana y en la noche de insulina intermedia para controlarme y mantener mis niveles de azúcar dentro de los parámetros normales. Ya se imaginarán como estaba mi estado de ánimo después de dos operaciones de emergencia, estaba en las profundidades del abismo pues tenía una depresión muy fuerte y aguda. Al verme así mi hija me dijo un día que si me interesaría tomar Flores de Bach para tratarme mi estado emocional. Le dije que si pues aunque yo ya las conocía y sabía de sus bondades nunca las había usado.

Así fue como conocí a Zaida, un ángel que me llegó del cielo. En nuestra primera cita me dijo que ella trabaja además de con las Flores de Bach, con las del Mediterráneo y las de California entre otras. Que las flores actúan a tres niveles: espiritual, emocional y físico y que entre las Flores hay una que trabaja directamente con el páncreas y después de hacerme una historia clínica me preparó mi primer frasco de gotas con la combinación de las distintas Flores.

Cuando las empecé a tomar yo aún me estaba inyectando 45 UI de insulina intermedia. Una noche, a los pocos días de estarlas tomando, me bajó el azúcar drásticamente. Como en otras ocasiones ya me había sucedido en realidad no le dí importancia. Sin embargo, me empezó a suceder cada vez más y más seguido lo que me empezó a inquietar. Buscando el porque de esto, empecé a descartar las posibles causas hasta que descubrí que la razón eran las gotas de las Flores que me estaba tomando. Decidí entonces empezar a bajar la cantidad de insulina que me estaba inyectando monitoreando para ver si no se me volvían a elevar los niveles. Cual va siendo mi sorpresa que mis niveles seguían estando dentro de los parámetros normales.

Hoy en día puedo testificar que de empezar inyectándome 90 UI de insulina intermedia, ahora estoy en 35 UI ya que me inyecto 20 UI en la mañana y 15 en la noche. Obviamente este milagro lo he logrado gracias a estar tomando las gotas de las Flores pero también además de llevar la alimentación adecuada y propia de un diabético y siguiendo todas las indicaciones de mi médico. Esto es importante que lo comenté ya que las gotas de las Flores, como toda la medicina alternativa, son además de todas aquellas instrucciones y medicamentos que el médico te da, nunca en vez de.

Hoy sigo tomando las gotas de las Flores y se que gracias a ellas y al cuidado que ahora tengo de mi misma y sobre todo a la fé tan grande de curarme, puedo decir que mi vida vuelve a empezar.

Gracias Zaida por ser ese ángel en mi camino que me mandó el cielo.