El Eneagrama es una herramienta milenaria que nos permite profundizar en el conocimiento de nosotros mismos y de los seres que nos rodean.

Surge de las tradiciones milenarias del Medio Oriente y fue adoptado por la psicología contemporánea, como un instrumento práctico y eficaz para comprender los nueve tipos humanos.

En la tradición espiritual se estudiaban las pasiones del alma y en la actualidad se denominan fijaciones neuróticas de nuestra máscara o ego como: ira, soberbia, pereza, vanidad, avaricia, envidia, cobardía, gula y lujuria.

La terapia floral del Dr. Edward Bach proporciona un apoyo complementario al trabajo transpersonal del Eneagrama; ya que dentro de su sistema floral encontramos remedios caracterológicos que permiten conectar con las virtudes, que cada tipo requiere trabajar para su evolución.

El potencial sanador de estas flores nos ayudan a superar las fijaciones que nuestra máscara ha construido y transformar las emociones y conductas negativas en amor y conciencia, a fin de vivir una vida auténtica y plena siempre en armonía con nuestro entorno.